Cómo ver París y Disneyland en 5 días con niños, muchos niños (parte II)

Segundo día en Disneyland París y tercero de nuestro viaje. El día anterior fue nuestra primera toma de contacto con el parque y nos encantó todo. Ahora tocaba madrugar para continuar con nuestro viaje a Disneyland París de 5 días desde Sevilla. Queríamos aprovechar la «Hora Mágica» para poder ir a las atracciones que suelen estar más concurridas. La «Extra Magic Time» es un beneficio con el que cuentan los huéspedes de un hotel Disney para acceder en exclusiva a algunas zonas de los dos parques antes que otros visitantes. Puedes entrar una hora antes de que se abran las puertas para todo el público. En el mes de octubre, cuando fuimos, la «Hora Mágica» era de 08:30 a 09:30 horas.

Así que tocaba ‘disfrutar’ del frescor de la mañana para poder aprovechar esta opción. Desayuno tempranito en nuestro hotel, el Hotel Santa Fe, sobre las 07:00 horas. No tenía muchas esperanzas de que los 21 estuviésemos a esa hora, la verdad. Pero la ilusión de volver a entrar por las puertas del parque hizo que los niños se levantaran y prepararan los primeros. Parece que no éramos los únicos que queríamos disfrutar de este privilegio. Colas para entrar al desayuno, aunque también tengo que decir que no tardamos en sentarnos.

El Hotel Santa Fe, sencillo y cómodo

Un buffet bastante correcto para un hotel que, pese a ser el más económico de los Hoteles Disney, te hace sentir que sigues en el universo Disney. Inspirado y ambientado en la película «Cars», dispone de habitaciones sencillas y cómodas, con un entorno que imita bastante bien la ruta 66, con una vegetación de zonas áridas. Decidimos que ese día volveríamos a centrarnos en el parque Disneyland y dejar para el siguiente el Walt Disney Studios.

Desayuno rápido y al autobús. He de decir que la frecuencia de los autobuses que te llevan a los parques Disney es bastante buena, pero es normal que las primeras salidas cuenten con más gente. Todo el mundo quiere exprimir al máximo su estancia en Disneyland París.

Un nuevo día para disfrutar en el parque Disneyland

La unión que mantuvimos el primer día duró poco. Decidimos que, ante tantos intereses distintos, lo mejor era separarse por grupos. Acabamos siendo cuatro grupos: los niños más pequeños, los niños más numerosos (de diez años) que de vez en cuando también se dividían, entre los más y los menos atrevidos; y el grupo de los niños mayores. Esto ya sabíamos que iba a pasar, dada la diferencia de edad, pero todo el mundo estaba contento porque cada uno iba a disfrutar de las atracciones que quería. Sí es cierto que en algunas ocasiones nos juntamos todos en alguna como en la montaña rusa Big Thunder Mountain y fue de lo más divertido que vivimos.

Las niñas quisieron ir a uno de los lugares que más atrae a los pequeños, el Pabellón de las Princesas. Hay que esperar un poco, pero la espera merece la pena. Allí podrás conocer a una princesa Disney. Eso sí, será una sorpresa, ya que no sabrás a quién vas a saludar hasta que no entres. Cenicienta, Ariel, Aurora, Bella… te estarán esperando para charlar contigo. Es una experiencia muy bonita que los más pequeños disfrutan mucho.

Las montañas rusas, la debilidad de los más mayores

Durante la mañana estuvimos aprovechando al máximo el parque Disneyland. En los planes de niños mayores sólo entraba probar las montañas rusas y las atracciones con mayor velocidad. Así, se divirtieron como nunca en la montaña rusa del Star Wars Hyperspace Mountain, en la de Indiana Jones and the Temple of Peril y en Big Thunder Mountain. El resto se dirigió a sus destinos más deseados, repartiéndonos por todo el parque.

Hora del almuerzo. Nos juntamos todos en el restaurante The Lucky Nugget Saloon, ambientado en el antiguo Oeste. Allí han recreado perfectamente un salón de aquella época. En ese ambiente tan original pudimos hacer un descanso de esa intensa mañana y poner en común las vivencias de cada uno comiendo hamburguesas y platos bastante ricos.

No debes perderte la zona dedicada al universo Star Wars en Disneyland París

Nada más almorzar, decidimos continuar todos juntos nuestro paseo por Disneyland París. Tocaba el turno de la zona dedicada a Star Wars. No debes perderte Star Tours: The Adventure continues, un simulador que te llevará en una nave por un viaje impresionante por el espacio exterior. Es una experiencia muy divertida. En esa zona también puedes dirigirte a Starport, donde tuvimos un encuentro con Darth Vader. La verdad es que es un personaje que impresiona nada más verlo, dada su gran altura y envergadura.

Tarde de miedo y paseo en barco

Salimos del área de la Guerra de las Galaxias y nos dirigimos a la de Frontierland. El parque Disneyland París se divide en lo que ellos llaman cinco «tierras encantadas», cada una de ellas con una temática y una ambientación distinta.

Allí entramos en Phantom Manor, una mansión encantada y llena de fantasmas, que disfrutarán mayores y pequeños. Han conseguido crear un ambiente de fantasmas y espíritus muy ameno.

Y después de tantas emociones, decidimos relajarnos dando un paseo en un antiguo barco de vapor. Se acercaba la hora del cierre. Muchas carreras para aprovechar los últimos minutos en el resto de atracciones. Regreso al hotel y cena en su restaurante, La Cantina. Un buffet libre de carne, pescado, verduras y buenos postres. Tocaba descansar para un nuevo día.

Llegó la hora de conocer el parque Walt Disney Studios

Tras un nuevo madrugón para aprovechar la Hora Mágica, por fin llegó el turno del parque Walt Disney Studios. Todos teníamos unas ganas inmensas de entrar en este parque desde que planeábamos nuestro viaje a Disneyland París. Dedicado al mundo del cine, allí podrás ver a los protagonistas de Pixar y Marvel. Aunque pudiera parecer con menos importancia que el parque Disneyland, cuenta con atracciones muy famosas y con zonas que atraen a los más pequeños.

Como era de esperar, cada uno tomó su camino para vivir emociones según se lo permitiese su corazón. Pero antes de separarnos, quisimos probar todos juntos la atracción Ratatouille: The Adventure, donde, montado en un ratón, serás perseguido en una experiencia 4D tremendamente divertida para todas las edades. Tampoco quisimos dividirnos para asistir al espectáculo Mickey and the Magician, que cuenta la historia de Mickey, que quiere convertirse en un mago. Muy original por sus numerosos efectos especiales.

Después, los más pequeños fueron al mundo Pixar, donde disfrutaron en Cars Road Trip y Slinky Dog Zigzag Spin, compartiendo emociones como los personajes de «Cars» y «Toy Story».

En esta zona podría decirse que se encuentra una de las atracciones que despierta más interés de todo el parque, «Crush’s Coaster«. Es una montaña rusa donde acompañas a la tortuga marina Crush, de «Buscando a Nemo», en un recorrido por el fondo del mar y en la oscuridad. Largas colas para entrar en una atracción que merece la pena por su originalidad. Hay que decir que, aunque pudiera parecer lo contrario, el tiempo de espera se hace más ameno con muchos niños ya que juegan y se distraen entre ellos. Fundamental llevarse algún tentempié como patatas o chuches para ‘animar’ la demora.

Gran éxito de la Tower of Terror

En la zona de Production Courtyard se encuentra otra de las atracciones más importantes del parque, The Twilight Zone Tower of Terror, sólo apta para corazones fuertes. Un hotel abandonado en el que podréis vivir emociones intensas subidos en un ascensor en el que saldréis disparados hacia arriba y hacia abajo sin parar. 13 plantas de saltos en la oscuridad en una atmósfera de miedo y misterio y ambientada en la historia del espíritu de una niña que habita en el ascensor. Porque todas las atracciones en Disneyland París cuentan con su propia historia creada para que te sumergas de lleno en la magia de Disney. Si te gustan las emociones fuertes, esta es tu atracción. Ya perdí la cuenta de las veces que se montaron los niños más mayores, que salían encantados siempre y con ganas de repetir. Ni los fuertes gritos ni las caídas libres les echaban para atrás.

Nos dirigimos hacia la zona Marvel Avenger Campus, con el universo Marvel y los Vengadores como protagonistas. Seas o no fan de estos superhéroes, te va a encantar. Fue inaugurada en el verano del 2022 por lo que cuenta con atracciones con las últimas tecnologías.

Antes de comenzar nuestro ilusionante recorrido por este área tuvimos que parar para disfrutar de nuestra reserva en el restaurante PYM Kitchen. A los niños les encantó por su menú tan original, con platos con diferentes tamaños: hamburguesas gigantes frente a hamburguesas mini; galletas tamaño XL, frente a galletas diminutas, o bebidas de colores que fascinaron a todos.

No hay que volverse locos con las reservas de los restaurantes

Tengo que decir que tuvimos suerte en poder coger una reserva para este restaurante teniendo en cuenta las múltiples peticiones que llegan de todo el mundo. Los restaurantes de los parques y hoteles forman parte de la experiencia Disney y se han convertido en una atracción más. Te aconsejan que unos dos meses antes hagas tu reservas para poder escoger sin problemas los restaurantes que más te gusten. Nuestra principal traba fue el número de personas que íbamos. Esto nos complicó, y mucho, la tarea. Sólo pudimos conseguir mesa en varias ocasiones. Nos hubiera gustado probar otros restaurantes como el Agrabah Café Restaurant o el Bistrot Chez Rémy, pero nos resultó imposible reservar dada la alta demanda.

De todas formas, no hay que desesperar en el intento, ni volverse loco para conseguir una reserva en los restaurantes más solicitados. Los parques Disney cuentan con tal cantidad de opciones para comer (restaurantes con buffet libre, servicio de mesa con menús especiales, restaurantes de servicio rápido o kioscos) que siempre encontrarás alguna que te venga bien. Eso sin tener en cuenta que la comida no será una de tus prioridades mientras disfrutas de tu viaje a Disneyland París. Las horas pasarán volando y comer, aunque parezca mentira, pasará a un segundo plano. No tener planificadas las comidas también tiene su ventaja, poder disfrutar los parques a las horas que quieras.

Disfrutando de los superhéroes en el Marvel Avenger Campus

Llegó la hora de conocer la tan esperada zona Marvel. En cualquier momento, los superhéroes como Spiderman, la Viuda Negra o Black Panther pueden aparecer por sus calles y tejados. Es una experiencia muy divertida andar por allí y presenciar peleas entre superhéroes y villanos, clases de lucha de las guerreras de Wakanda o un baile de Star-Lord y Gamora. Estos espectáculos dejan a los más pequeños boquiabiertos.

Pero si quieres disfrutar de una experiencia aún más completa y verlos más de cerca, te recomiendo reservar una cita con tu superhéroe en el Hero Training Center. A través de la aplicación puedes ponerte en una cola virtual y, tras un tiempo, te avisarán para que acudas allí a una sesión de entrenamiento con uno de los Vengadores. Nosotros elegimos a la Capitana Marvel, que nos enseñó varias posiciones de defensa y algunas poses. Fue un encuentro muy divertido y del que puedes guardar tus recuerdos en fotografías. Si tienes PhotoPass te meterán ahí todas las fotos pero, si no, no te preocupes porque puedes hacerlas con tu propio móvil.

Hora de cazar spider-bots

Los más arriesgados decidieron subirse en Avengers Assemble: Flight Force, una montaña rusa llena de llena de giros y loopings y donde pasas de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos en la más completa oscuridad. Al que le guste la adrenalina y las emociones fuertes, le encantará.

Pero si queréis mucha diversión con amigos o familiares tenéis que ir a Spider-Man W.E.B. Adventure. Una atracción con gafas 3D en la que ayudarás a Spiderman a vencer a los spider-bots, unos pequeños robots-arañas lanzando telarañas virtuales con tus manos y brazos. Todas las familias competimos entre nosotros para ver quién conseguía más puntuación. Si te lo tomabas demasiado a pecho podías acabar con agujetas en los brazos, pero no nos importaba. Todos queríamos ganar. No hace falta decir que repetimos varias veces.

Imposible salir del Campus Marvel con las manos vacías. Tazas, llaveros y cinco famosos spider-bots volverían de vuelta a Sevilla. La verdad es que, a excepción de lo que os acabo de contar, así como algunos recuerdos de la zona de Star Wars, no compramos mucho en las tiendas de regalos. Y es bastante complicado resistirse a la tentación de llevarte toda la tienda, porque estas están decoradas y organizadas de manera que eres incapaz de salir de una sin haberte llevado algo.

Nuestra última noche en Disneyland París

Se acababa el día y nos quedaba aún nuestra reserva para la cena en el Hotel New Port, un hotel muy bonito y elegante decorado con detalles naúticos. El buffet era muy completo y con una comida bastante rica.

De vuelta a la habitación comenzamos a sentirnos tristes porque esa sería la última noche de nuestro Viaje a Disneyland París de cinco días. No queríamos marcharnos, pero todo lo bueno se acaba. Así que decidimos que nuestro último día, bueno más bien, mañana, porque salíamos del hotel por la tarde con destino al aeropuerto, cada uno lo dedicaría a ir a las atracciones que más le gustara. Pensando en ello, nos dormimos hasta el día siguiente.

Último día de mi viaje a Disneyland París

Y llegó el último día. Fue entonces cuando decidimos que, en vez de ir en autobús, iríamos andando hasta el parque. Qué pena haberlo pensado el último día. En quince minutos estábamos entrando en Disneyland París después de un bonito paseo bordeando un lago. Si hubiésemos sabido antes que era tan agradable este recorrido, lo hubiésemos hecho todos los días. Os lo recomiendo.

Teníamos una mañana completa para hacer lo que nos apeteciera. Unos dedicaron esas horas a comprar regalos para la familia, otros a repetir atracciones y otros, simplemente a pasear por los parques con la tranquilidad que no pudimos en días anteriores. Bueno, lo de tranquilidad es relativo. Más de un grupo llegó a la hora y el lugar de encuentro, en el Disney Village, corriendo y con prisas. Todos queríamos apurar hasta el último minuto nuestra estancia en Disneyland París.

Llegó el momento de volver a Sevilla

Pero llegó la triste hora de volver al hotel. Allí recogimos las maletas que estaban en la consigna y ya nos estaban esperando las furgonetas para llevarnos directamente al aeropuerto de Orly. Allí comimos unos baguettes mientras esperábamos que llegara la hora de la salida de nuestro avión con regreso a Sevilla.

Diez de la noche y todos esperábamos que nos llamaran para embarcar en nuestro vuelo. Caras de cansancio, pero también de satisfacción por todo lo vivido. En estas horas de espera pudimos recordar algunas anécdotas y momentos divertidos y ya empezamos a planear nuestro regreso. La ampliación del parque Walt Disney Studios con una recreación de los reinos de Frozen y Star Wars nos estaban sirviendo de excusa para volver y conocerlos. Incluso pusimos una fecha, en la comunión de los más pequeños.

Habían sido días muy intensos y de muchas emociones. Nuestro viaje a Disneyland París de 5 días desde Sevilla había llegado a su fin. Había sido, para nosotros, el viaje perfecto. Incluso el tiempo nos acompañó todos los días. A pesar de que en París llueve muy a menudo y es difícil escaparte de mojarte (nos llevamos ropa y calzado para el agua) tuvimos la suerte de disfrutar de unos bonitos días en pleno mes de octubre.

Llegamos a Sevilla en un vuelo directo sobre las 12 de la noche. Tocaba separarnos después de varios días juntos. Resultaba triste volver a la rutina, pero en los días posteriores estuvimos recordando cada momento. Incluso hicimos un concurso para elegir quién hizo la mejor foto de nuestro viaje. Será muy complicado que volvamos a repetir los 21, pero quién sabe. Disneyland París siempre estará ahí, para nosotros.

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